La Séptima.


El Real Madrid de los años 50 y 60 dominó el fútbol europeo, consiguiendo hitos que no se han repetido todavía; las 12 Ligas y 6 Copas de Europa conseguidas desde 1953 hasta 1968 así lo demuestran. Los triunfos ligueros siguieron llegando, incluso nos mostró una de las mejores generaciones de la historia del club. La Quinta del Buitre, con jugadores como Butragueño, Michel, Hugo Sanchez y las irrupciones de Hierro y Sanchís, dieron al Madrid alegrías a nivel local y sumados a 2 Copa UEFA, se tradujo en un equipo de leyenda. Lo único que no pudieron conseguir fue la Copa de Europa, alcanzando una final en la que salieron derrotados ante el Liverpool.  Equipos dominadores pasaron dejando su huella a nivel continental; el Bayern de Müller y Beckenbauer, el Ajax de Cruyff, el Liverpool de finales de los 70 o el Milan de Sacchi, provocaron admiración a nivel mundial ganado múltiples Copas de Europa. En todos estos años el Real Madrid esperó y esperó por otro título de la copa en la que se basa la mayor parte de la grandeza del club. 


Pedja Mijatovic

Ya sin el capitán del barco, Don Santiago Bernabéu, y transcurridos 31 años desde aquel lejano triunfo del Madrid dirigido por Muñoz y comandados por Gento y Amancio en el campo, llega al Madrid Jupp Heynckes. Mayormente recordado por su etapa de jugador, había conseguido un par de ligas en Alemania con el Bayern y discretas temporadas en Tenerife, Bilbao o Monchengladbach. El Madrid tocó a su puerta para reemplazar a Capello y el alemán respondió. 

El verano de 1997 fue tranquilo en cuanto fichajes para el Real Madrid y el equipo que consiguió la Liga la temporada anterior casi no se tocó para afrontar la temporada 97/98. 
La Copa de Europa no era tal, su nombre ahora era Liga de Campeones, y su formato cambió desde 1992, los cupos se ampliaron por lo que no había participación exclusiva para los campeones de Liga, permitiendo a equipos de las ligas con mayor coeficiente UEFA clasificar sin ser campeones. Se incluyó una fase de grupos ocasionando que para ganar la Copa se deberían jugar más partidos que con el sistema anterior. 

El Real Madrid sorteó la primera fase sin sobresaltos, perdiendo en Noruega ante Rosenborg y empatando ante el Olympiakos en Grecia, pero ganando y goleando en los 3 partidos en el Bernabéu así como en Porto. Raúl, Mijatovic y Suker formaban el ataque del equipo de Heynckes, con Morientes aportando goles desde el banquillo. Su condición de primer lugar de grupo permitió al Real Madrid enfrentar en los Cuartos de Final al Bayer Leverkusen.
En Alemania se disputó el partido de ida y los locales rápidamente su pusieron en ventaja y siguieron con ella hasta el minuto 74, cuando Karembeu anota para arrancar un resultado positivo de tierras germanas.
La primera parte en la vuelta transcurrió sin goles, Karembeu, Morientes y Fernando Hierro marcaron en la segunda mitad para dar la victoria a los blancos.

El campeón vigente, el Borussia Dortmund era el rival a vencer en búsqueda de la primera final para el Madrid desde hacía 17 años. Habían derrotado en la final anterior a la Juventus, una Juventus que transitaba por la otra parte del cuadro y encaraba al Mónaco en la otra semifinal. 
Jupp Heynckes venía dando confianza al que consideraba su mejor equipo titular; Bodo Illgner bajo palos, con Panucci, Hierro, Sanchís y Roberto Carlos en defensa; un medio del campo que vio surgir a Karembeu para acompañar a los maravillosos Seedorf y Redondo. Raúl y Mijatovic seguían siendo inamovibles y junto a Morientes, quien ya se había ganado un lugar, formaban la linea ofensiva.
Fue Fernando Morientes el que al minuto 24 abrió el marcador y Christian Karembeu, por tercer partido seguido, marcó para conseguir una victoria que significó el pase, ya que en Dortmund no se movió el marcador y el Real Madrid volvía a una final europea. 

Arriba: Illgner, Hierro, Seedorf, Redondo, Panucci, Morientes.
Abajo: Karembeu, Mijatovic, Roberto Carlos, Raúl, Sanchís.

La Juventus hizo su trabajo en la otra llave, dejando fuera a los franceses y se clasificaron a su tercera final seguida. El equipo de Marcelo Lippi, ganó la edición de 1996 ante el Ajax y perdió la de 1997 ante el Borussia Dortmund. En la temporada 97/98 llegaron a la final encabezados por Zinedine Zidane y Alessandro Del Piero, aprovechando los goles de Pippo Inzaghi y con la solidez defensiva que caracteriza a los equipos italianos; apoyados en la mitad por nada menos que Didier Deschamps y Edgard Davids. 
En el Amsterdam Arena, el Real Madrid batallaría ante el mejor equipo de los últimos años, dirigidos por un grandioso estratega y liderados por un genio francés en el campo; además, enfrentaban décadas de bagaje negativo a lo que hacer cara, pero tenían una misión, devolver al Madrid al lugar que merece, a lo más alto de Europa. Heynckes sale con Illgner; Panucci, Sanchís, Hierro, R.Carlos; Karembeu, Seedorf, Redondo, Raúl; Mijatovic, Morientes. Raúl con mucho retroceso para ayudar en creación. 
La Juventus empieza con control en el medio, aprovechando la visión de Zizou y acercándose a la portería blanca; el Madrid salía rápido con Raúl aprovechando los espacios. Luego Redondo y Seedorf comienzan a ganar duelos en el medio a Deschamps y Davids, haciendo  que Lippi opte por sacar un defensor para dar entrada a otro efectivo en la mitad. 

La superioridad del Madrid en esta parte del campo significaba acompañamientos para Morientes y Mijatovic, un Pedja Mijatovic que no había marcado hasta los momentos en la Copa. 
Los primeros 45 minutos pasaron y el segundo tiempo comenzó de la misma manera, pocas chances y dificultades para los jugadores creativos. Pero la constancia y el buen desempeño de Panucci y Roberto Carlos por las bandas creaban amplitud que el Madrid podía aprovechar por dentro. Uno de esos desbordes de Panucci por derecha termina en el pie izquierdo de Roberto Carlos, que remata y tras un rechace fallido la bola cae en Mijatovic, el yugoslavo deja en el suelo a Peruzzi para marcar a placer ante un arco desprotegido.  Faltaban sólo 23 minutos para el final y el Madrid confiaba en la defensa que había dejado el arco vacío en los últimos 3 partidos europeos. 
La Vecchia Signora intentó quebrar la muralla pero no tuvo éxito en ello, el partido finalizó y el madridismo celebró como no lo había hecho desde 1966, generaciones de fanáticos blancos habían esperado tanto, desde aquel triunfo en Bruselas 32 años y 9 días antes, el Madrid volvía a alzar una Copa de Europa, una Copa que volvía a casa. 



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