Victoria en el primer Clasico de Euroliga .

 El Real Madrid demostró una vez más su calidad y determinación al imponerse al Barcelona en el tan esperado Clásico de la Euroliga, celebrado en el impresionante WiZink Center. Este trinfo representa la tercera victoria destacada de los merengues en lo que va de temporada, sumándose a los triunfos conseguidos en las semifinales de la Supercopa y en la Liga. Con esta nueva hazaña, el Real Madrid se alza como líder indiscutible e invicto en esta competición de élite.


El encuentro no empezó de la mejor manera para los blancos, ya que se vieron en desventaja por 14 puntos al cabo de los primeros 14 minutos. No obstante, lejos de amilanarse, el equipo reaccionó con una fuerza arrolladora. En un impresionante lapso de 18 minutos, lograron un asombroso parcial de 39-11, dando así un giro total al partido y asegurando la victoria en los instantes finales con una defensa que rayó en lo heroico.


En este épico enfrentamiento, se destacaron jugadores clave como Deck, quien anotó 20 puntos, capturó 7 rebotes y obtuvo una valoración de 20, así como Hezonja, quien se destacó con 10 rebotes. No podemos dejar de mencionar la brillante actuación de Poirier, quien aportó 14 puntos, 7 rebotes y una valoración de 18. Bajo la dirección magistral de Chus Mateo, el equipo suma ya 13 victorias consecutivas en lo que parece ser un arranque de temporada impecable.


El inicio del partido resultó un verdadero desafío para el Madrid, ya que el Barcelona salió con una agresividad y precisión envidiables en el ataque, lo que les permitió tomar las riendas del juego desde el principio. Hasta el séptimo minuto, el único anotador del Madrid fue Tavares, con seis puntos. Sin embargo, luego de algunas jugadas notables de Poirier y Deck, el equipo mejoró en el rebote ofensivo. A pesar de estos esfuerzos, no lograron contrarrestar la distribución de puntos más efectiva por parte del Barcelona, que encontró en Vesely y Abrines a sus principales referentes, ambos con seis puntos cada uno al minuto diez.


La falta de acierto en los tiros de tres puntos se convirtió en una desventaja para el Real Madrid, que a pesar de mantener un buen desempeño en el rebote ofensivo, no lograba capitalizar las segundas oportunidades. En este momento, fue crucial la conexión entre Sergio Rodríguez y Poirier para buscar puntos en la pintura. El Barcelona, por su parte, encontró en Willy Hernangómez a un jugador en racha, quien anotó nueve puntos prácticamente de manera consecutiva, llevando a su equipo a una ventaja de catorce puntos a la mitad del segundo cuarto.


Frente a esta desventaja, Chus Mateo realizó una jugada maestra al enviar a la cancha un quinteto sin pívots, con Hezonja y Ndiaye en la zona interior y Deck ocupando la posición de alero. Además, regresó Campazzo para dar un nuevo impulso al equipo. Esta estrategia cambió por completo el curso del partido.


El Real Madrid demostró coraje, garra, carácter y una agresividad inquebrantable. Detuvieron en seco al Barcelona, que no logró anotar en los siguientes cinco minutos. El base tomó las riendas y se asoció con Deck, quien anotó los últimos nueve puntos del cuadro blanco, culminando así un parcial de 12-0 que los acercó a tan solo dos puntos del Barcelona al irse al descanso (28-30). Fue un cierre de segundo cuarto realmente emocionante, con un triple de Deck sobre la bocina, marcando así el primer triple del equipo en el encuentro.


El Madrid no tardó en consolidar su remontada apenas regresaron del vestuario, anotando un parcial de 4-0. Este esfuerzo fue admirable, ya que no resulta sencillo sumar puntos sin el recurso de los triples. Además, el Madrid se vio en la difícil situación de no contar con Tavares, quien ya acumulaba tres faltas personales. Sin embargo, si hay un equipo capaz de superar situaciones adversas, ese es el actual campeón de Europa.


Hezonja se multiplicó en el rebote, acumulando 9 rebotes en tan solo 15 minutos de juego, lo que le valió una ovación al ser sustituido. Musa brilló en su labor defensiva sobre Abrines, Poirier luchó denodadamente en la pintura y, por supuesto, Deck demostró su valía una vez más. El partido de Deck fue sencillamente magistral. A pesar de que Da Silva adelantó al Barcelona con el marcador 36-37, el Madrid no permitió que la ventaja se mantuviera y, liderados por Deck, lograron un parcial de 15-4 en un tercer cuarto espectacular, tanto en ataque (anotando 23 puntos) como en defensa (solo permitiendo 11 puntos), lo que les otorgó una ventaja de diez puntos al finalizar el tercer cuarto (51-41).


En un momento cumbre, el Madrid alcanzó una ventaja máxima a su favor con un marcador de 55-41, gracias a dos tiros libres convertidos por Llull en el minuto 32, cerrando así un espectacular parcial de 39-11 que abarcó desde el minuto 14 hasta el 32. Sin embargo, el Barcelona no bajó los brazos. Impulsados por la energía de Jokubaitis y aprovechando los rebotes ofensivos, lograron igualar el marcador a 59 cuando quedaba un minuto para el final del encuentro. El Madrid había desperdiciado numerosos tiros libres que podrían haber cerrado el partido, mientras que los jugadores del Barcelona estaban llenos de confianza y moral elevada.


En el momento decisivo, el Real Madrid recuperó la serenidad y, de manera paradójica, aseguraron la victoria desde la línea de tiros libres. Campazzo anotó tres tiros libres cruciales y Hezonja contribuyó con dos, dando así el triunfo al Madrid a pesar de los esfuerzos del Barcelona por impedirlo. El marcador final quedó en 65-64 a favor

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