Alemania 2006


Luego de emocionar al mundo en tierras asiáticas, Ronaldo se hace con el Balón de Oro de 2002, ya siendo jugador del mejor club del planeta. El impacto de Ronnie en la casa blanca fue inmediato, marcando 47 goles en sus 2 primeras temporadas ligueras, venciendo el campeonato en la primera y el pichichi en la segunda. El Madrid de los galácticos ganó poco en relación a la calidad de los jugadores con los que contaban. Los líderes de las mejores selecciones del mundo; Zidane, Raúl, Figo, Beckham y el propio Ronaldo, quien llegaba a Alemania con un scratch inmejorable.
El Balón de Oro, Ronaldinho; Kaká, quien ya era figura en el AC Milan; Adriano y sus grandiosas cualidades en ataque. Todos acompañando a Ronaldo, Roberto Carlos, Cafú, Lúcio o Dida. Estos nombres clasificaron fácilmente en CONMEBOL, debido a que desde entonces, el campeón volvería a disputar las clasificatorias para defender su título. También se modificó el partido inaugural, reservado para los campeones vigentes, pero que en ese torneo en Alemania cambió para ser disputado por los anfitriones. El certamen vería 8 debutantes, 4 nuevos representantes africanos, Trinidad y Tobago que dio la campanada en CONCACAF y tres países europeos que habían disputado mundiales en otras condiciones. República Checa contaba con Nedved, Baros, Rosicky; nombres que llevaron de la mano a los herederos del fútbol checoslovaco que se echaba de menos. También aparecía Ucrania, que por primera vez llegaba a un gran torneo, con Shevchenko como bandera y ya sin formar parte de la Unión Soviética. También teníamos a los serbios, que ya no eran la RFY. 


En el Allianz Arena se dio inicio a la fiesta y Alemania se presentó con todo, marcando 4 tantos al combinado de Costa Rica y consiguiendo otras dos victorias ante Ecuador y Polonia, dejando la cima asegurada y clasificando por el Grupo A junto a los ecuatorianos.
Si bien Brasil tenía la mejor nómina, Inglaterra estaba cerca en cuanto a calidad y cantidad de nombres de primera línea. Rio Ferdinand y John Terry como pareja de centrales; Owen y Rooney en ataque, pero su centro del campo era lo que enamoraba: David Beckham por derecha, con la pareja Lampard-Gerrard en el medio y Joe Cole por el costado izquierdo, quien anotó un apoteósico gol ante Suecia. Tranquilamente ganaron el grupo B, compartido con Suecia, Trinidad y Tobago y Paraguay. En la tercera fecha, ingleses y suecos empataron a 2, lo que significó la clasificación escandinava, en un partido en el que Marcus Allback anotó el gol número 1000 de las Copas del Mundo. 

El Grupo C se antojaba como el más parejo, con Argentina como principal candidato, pero con 3 conjuntos que le darían batalla a la albiceleste. Holanda, cuya generación de veteranos seguían más que vigentes en el fútbol europeo: Van Der Sar, Van Nistelrooy o Van Bronckhorst: combinandolos con la juventud y furiosas apariciones de Robben, Sneijder y Van Persie. También estaba Serbia y Montenegro, el país que en Francia 98 tenía como nombre RF Yugoslavia, transitó la eliminatoria de forma brillante, relegando a España al repechaje y clasificando con apenas un gol en contra. Por último teníamos a Costa de Marfil, que veía en Didier Drogba a su principal arma, pero que contaba con una serie de jugadores importantes. Tantos costamarfileños, como balcánicos salieron con la cabeza baja, sin competir ante los 2 grandes; de hecho Serbia y Montenegro salió de la Copa con 10 goles recibidos. 

Figo capitaneaba a la selección lusitana en su cuarta Copa del Mundo, quienes dirigidos por Luiz Felipe Scolari apuntaban alto en la cita germana, mucho más luego del descalabro en la Euro de dos años antes, en donde pierden la final en Lisboa contra Grecia. El Grupo compartido con México, Angola e Irán no fue medida para un conjunto bien trabajado y que contaba con la base del Porto campeón de Europa en 2004 bajo la tutela de José Mourinho. Deco, Costinha, Maniche, Jorge Ferreira; todos acompañando a los ya históricos Figo y Pauleta, también al joven Cristiano Ronaldo, quien anotó su primer gol en mundiales ante los asiáticos. 
Una magnífica generación italiana se presentó en el Grupo E, ahí vencieron a Ghana y República Checa, empatando con los Estados Unidos. La azzurra veía actuaciones sublimes de Pirlo, quien manejaba los hilos del seleccionado dirigido por Lippi.
El Grupo F se tradujo en tres victorias para la canarinha, que vio a Ronaldo conseguir sus tantos número 13 y 14 en Copas del Mundo, igualando el récord de Gerd Müller. En dicha zona se mete Australia, que avanza en detrimento de Croacia y Japón.
Igualmente sencillo fue para España ganar su grupo, cosechando victorias ante Ucrania, Arabia Saudita y Túnez. Luis Aragonés ya había iniciado ese cambio de chip en el fútbol español, con un magnífico juego en la primera ronda, que los dejaba como firmes contendientes a llevarse la gloria.
Luego del ridículo de 2002, Francia afrontaba el torneo con el objetivo de lavar su cara y demostrar que tenían todo para hacerse gigantes con un ingrediente especial, este sería el último torneo de Zidane, quien ya había dicho adiós al Real Madrid, dejando al mundo huérfano de su magia; pero con la ilusión de verlo en una última actuación, su tercer mundial.
Los galos sufrieron en demasía, empatando ante Suiza y Corea del Sur, para clasificarse en la tercera fecha con los tres puntos obtenidos vs. Togo. 

Zinedine Zidane.
Con ese mal transitar francés, aunado al gran momento español, el exitismo en el país ibérico llegó al techo. La inolvidable portada del diario Marca lo ejemplificaba a la perfección: el " Vamos a jubilar a Zidane" no pudo estar más lejos de la realidad. El genio francés no quería jubilarse todavía y se encargó de seguir en la Copa. Su maravilloso partido ha quedado grabado en nuestras retinas, haciéndolo todo bien y asistiendo en uno de los dos tantos con los que Francia derrotaba a España hasta que el propio número 10 tomó la bola y dejando en el camino a Puyol, marca con una definición digna de su nombre. 
Los rivales de Francia en Cuartos serían los cariocas, con Ronaldo ya en lo más alto de la tabla de goleadores mundialistas, gracias a su gol en la goleada propinada a Ghana. R9 consiguió los tres tantos que necesitaba adicionar a los 4 de Francia y 8 en la Copa asiática, para consumar el récord y convertirse en el máximo anotador en la historia de los mundiales.
En ese mismo lado de la llave clasificó Inglaterra, que gracias a la pierna derecha de David Beckham, dejó en el camino a Ecuador. El capitán inglés volvió a dejar en evidencia su sublime pegada desde un tiro libre.
Portugal y Holanda disputaban un puesto en los Cuartos y los apellidos en el campo hacían pensar en goles. Apenas llegó uno tanto, pero las emociones venían de otro lado: 4 tarjetas rojas, 2 por lado; además de 16 cartulinas amarillas fueron mostradas por Horacio Elizondo en el partido con más tarjetas en la historia de los mundiales.

Suiza transitó la primera fase sin recibir gol alguno en el Grupo G y en Octavos iba a sumar 120 minutos a esos 270 anteriormente cosechados, a pesar de pasar casi 400 minutos con la valla invicta, son eliminados de la Copa por Ucrania, a través de la tanda de penales.
También con un penal, pero en este caso durante el tiempo regular, pasa Italia. La Nazionale sufrió para vencer a Australia, incluso dominando todo el partido y contando con chances que no fructificaron, Materazzi es injustamente expulsado y el panorama era difícil, hasta que a falta de segundos para el final, Fabio Grosso se interna en el área austral y cae. El español Medina Cantalejo cobra un polémico penal, que sigue siendo discutido. Francesco Totti, quien apenas volvía de una fractura de tobillo, llegaba al torneo con plena confianza de Marcello Lippi y con la 10 en la espalda. El mismo romano toma la pelota para cobrar y cambiar por gol la pena máxima con un tiro potente a la escuadra.
El mejor gol del torneo llegó en la prórroga del Argentina - México, anotado por Maxi Rodríguez para darle el pase a los sudamericanos en tiempo extra. A pesar de que fue un hermoso gol, el tanto de Maxi no fue de oro, porque dicha regla ya había sido desechada por la FIFA, para el bien del fútbol. 

Por último mencionemos a Lukas Podolski, quien se despachó con dos goles para hacer vibrar al Allianz Arena ante la clasificación germana, sacando a Suecia.

Ronaldo elude a Kingston para anotar su gol número 15 en Copas del Mundo.
Los Cuartos de Final nos dejó dos definiciones desde el punto penal. Primero debemos hablar de famoso papel de Jens Lehmann. Luego de goles de Ayala y Klose, argentinos y alemanes dirimirán su enfrentamiento desde los once pasos. Ahí sucedió lo tradicional, Alemania clasifica por cuarta ocasión en cuatro definiciones en Copas del Mundo; en las cuales ha errado tan solo un disparo. Cambiasso y Ayala dejaron sus remates en las manos del guardameta del Arsenal, quien antes de los cobros argentinos, leía un papel que le fue entregado al terminar la prórroga.
Si en esta llave apareció Lehmann, en el Inglaterra-Portugal se erigió Ricardo. El 0-0 en los 120 contó con emociones, además de la expulsión de Wayne Rooney, quien propinó un pisotón a Ricardo Carvalho, lo que conlleva a la tarjeta roja. Como dijimos, los penales aparecen y la actuación de Ricardo sacó a los ingleses, al igual que en la Euro 2004. El golero detuvo los remates de Lampard y Gerrard, con Carragher estampando el suyo en el travesaño. Cristiano Ronaldo cobraría el quinto y decisivo, anotando y celebrando el pase a la segunda semifinal mundialista de Portugal.
La selección italiana consigue despertar la mecha goleadora de Luca Toni, el delantero que venía de conseguir la Bota de Oro europea, había pasado los 4 primeros partidos sin aportar dianas; pero con un rendimiento integral sobresaliente. Toni fijaba centrales, pivoteaba y aguantaba a la perfección cuando las necesidades de su equipo así lo requerían. Ante Ucrania despertó luego del gol de Zambrotta, con un doblete que le sirvió a Italia para entrar entre los cuatro mejores.
Lo que no hicieron los españoles lo buscaban Ronaldo, Ronaldinho, Kaká y compañía, retirar a Zidane. Zizou dio un recital ante España y contra Brasil lo repitió, manejó todo en los 90 minutos; tiempo, espacio y movimientos de sus compañeros, aprovechando su excelsa calidad técnica para imposibilitar la tarea de cualquiera que quisiera arrancarle a su mejor amigo, el balón. Zidane coronó una noche estupenda con una asistencia en el único gol del partido, anotado por Thierry Henry.

Francia se medía a Portugal, con Figo y Zidane estrechando manos como capitanes antes del pitazo. El desarrollo del partido fue parejo, con dominio de ambos en diferentes tramos del partido y con un Zidane que seguía dando espectáculo. La lucha fue definida por el mago, que cobró un penal cruzado y fuerte para clasificar a su segunda final del mundo; otra postal de Zizou, en un álbum que ya estaba rebosante de momentos magníficos en una carrera llena de arte.

Alemania quería ser el otro finalista, un conjunto que de a poco fueron ilusionando a un público que no apostaba por ellos en la previa a la copa. La golpiza luego de los penales ante Argentina dejó la suspensión de Frings, dejando ese espacio en el centro del campo, haciendo que Ballack se multiplique en estas semifinales. 
Italia, por su parte, quería repetir la historia de 1982, cuando saboreó el triunfo en medio de un escándalo mayúsculo en el calcio. En plena copa del mundo del 2006, explota el Calciopoli y el fútbol italiano se tambalea hasta los cimientos. Las investigaciones demostraron que varios dirigentes deportivos estuvieron involucrados en una red que influenciaba designaciones de los árbitros en el torneo local. Milan, Lazio y Fiorentina fueron sancionados con descuento de puntos en la temporada siguiente, pero la Juventus fue el principal perjudicado por las acciones de su director general, Luciano Moggi. La Vecchia Signora aportó 5 jugadores a la Nazionale, quienes ahora veían su futuro pender de un hilo con la Juventus siendo relegada a la Serie B, segunda categoría del fútbol italiano.
Buffon era uno de ellos, uno de los mejores porteros de la historia, defendía el arco azul y contaba con la magnífica compañía de Fabio Cannavaro. El defensor, también juventino, estuvo a la altura de los gigantes en el puesto, comandando siempre a los suyos. Zambrotta y Grosso corrían las bandas, llegando y volviendo de forma perfecta. Los tiempos los dictaba Andrea Pirlo, el arquitecto que dibujaba los ataques y manejaba los momentos del partido como lo ha hecho siempre, de forma brillante. Gattuso fue el acompañante ideal durante toda la carrera de Pirlo, aprovechando los diez pulmones que lo hacían incansable, corriendo como si no hubiera mañana desde el minuto uno hasta el noventa, ciento veinte o diez mil de ser necesario. Más adelantado aparecía Totti, destilando clase a caudales a pesar de su lesión, dando siempre el toque necesario en el momento indicado. Junto al l0 estaban Camoranesi y Perrotta entrando y saliendo desde las bandas, con el segundo cayendo mucho al área para acompañar al gran goleador, Luca Toni. El partido más emocionante del torneo, con un espectáculo digno de la instancia en la que nos encontrábamos. Pirlo y Totti dominaron, con Podolski siendo el más incisivo de los anfitriones, provocando grandes intervenciones de Buffon; también Lehmann era protagonista con paradas que llevaron el encuentro al tiempo suplementario. Ahí Italia ya era superior, con Iaquinta, Totti, Del Piero y Gilardino en campo, cuatro delanteros que empujaban a los teutones, que tampoco fueron superados y tuvieron chances, no tan claras como los balones a los palos que enviaron Gilardino y Zambrotta por parte de la azzurra. Todo parecía derivar a los penales, con el récord de Alemania y con Italia siendo eliminada en 3 de los últimos 4 mundiales por esa vía. Afortunadamente para la Nazionale, la virtuosidad de Pirlo estaba intacta a los 119 minutos de partido, sacando su principal característica: la inteligencia. Andrea cuela un balón a Fabio Grosso tras un tiro de esquina, el lateral izquierdo no se lo piensa para sacar un zurdazo al segundo poste que da paso a una histérica celebración que recordó a la de Tardelli en 1982 ante el mismo rival. Alessandro Del Piero, mítico capitán de la Juve, anotó antes del final para silenciar el estadio y que se escuche el rugido de los italianos quienes se marcharían a Berlín en búsqueda del trofeo; mientras Alemania, al secar las lágrimas, viajó a Stuttgart para hacerse con la tercera plaza. 


Andrea Pirlo, Alessandro Del Piero y Fabio Grosso.
En la final aparecieron 6 jugadores de la Juventus como titulares, con Del Piero y Trezeguet ingresando más tarde. Ante el desastre bianconero, los futbolistas respondieron de maneras diversas: Cannavaro partió al Real Madrid, Zambrotta y Thuram al Barcelona y Vieira al Inter; totalmente respetable, pero carente de la nobleza de Buffon, Del Piero, Camoranesi y Trezeguet, quienes se quedaron en la entidad para rescatarlos del infierno de la Serie B, también lo hizo Pavel Nedved, otro de los nombres propios del equipo. 
Como dijimos, 8 juventinos pisaron el gramado del Olímpico de Berlín ese 9 de julio. Esta fue la fecha de la última función del mago, un histórico de la profesión, que en el mejor escenario posible nos regaló su último truco para asombrarnos a todos. Apenas a los 7 minutos, Zidane rompe el invicto de más de 400 minutos del arco de Buffon, quien no recibía gol desde el segundo partido. Y lo hizo de forma magistral, cobrando a lo Panenka un tiro penal para abrir el marcador y anotar en su segunda final; algo logrado solo por Pelé y Breitner. Junto a su doblete del 98, Zidane sumó 3 goles en finales del mundo, hito conseguido por O'Rei y Sir Geoff Hurst. Materazzi marca el empate y el encuentro transcurre su curso, con Cannavaro y Thuram sacando todo en las áreas y con los creativos controlados. Zidane estuvo a punto de tocar la gloria pero Buffon lo evita, mientras Italia estampa un balón en el poste.
Los minutos pasan y en el tiempo extra llega la tragedia. Una carrera llena de momentos hermosos, terminó con uno lamentable; el cabezazo de Zidane a Materazzi le costó seguir en la final, dejándonos con esa última imagen de un genio, cuya trayectoria no se ve empañada, pero que sí nos dejó tristes, porque Zidane sabe que no merecía dejarnos de esa manera. 



Zidane tras ser expulsado.
Los penales aparecieron, por segunda vez en una final de la Copa del Mundo. Pirlo, Materazzi, Del Piero y De Rossi marcaron, con David Trezeguet mandando su remate al travesaño. Esto dejaba a Fabio Grosso con la oportunidad de escribir su apellido con letras doradas en la historia del calcio y el número 3 no la desaprovechó, marcando y llevando el cuarto título mundial a las laureadas vitrinas del fútbol italiano.
Fabio Cannavaro jugó de manera brillante todo el torneo, lo que valió el Balón de Oro de ese año, siendo el líder de este equipo, dejándonos esa magnífica imagen del capitano alzando la Copa del Mundo al cielo de Berlín, que esa noche estuvo más azzurro que nunca. 


Arriba: Buffon, Materazzi, Toni, Grosso y Totti.
Abajo: Gattuso, Pirlo, Camoranesi, Cannavaro, Zambrotta y Perrotta.

Balón de Oro:
1) Zinedine Zidane / FRA.
2) Fabio Cannavaro / ITA.
3) Andrea Pirlo / ITA. 

Bota de Oro:
-Miroslav Klose / ALE. (5). 
-Ronaldo Nazário / BRA. (3).
-Hernán Crespo / ARG. (3).

Equipo Ideal

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