El Pipita está triste. ¿Que tendrá el Pipita?



Parafraseando al poeta Ruben Darío, el Pipita ha perdido la risa, ha perdido el color. Está pálido en su silla de oro Y es que Higuaín lleva 400 minutos sin marcar (4 partidos y medio). Ningún delantero de talla mundial cómo es el argentino consideraría esto un bache anotador, salvo él. Goleador de raza y efectivo como pocos en el mundo, Pipita necesita pocos minutos para materializar un tanto (marca un gol cada 74 minutos en Liga y cada 104 en partido oficial). No necesita copar las listas de jugadores que más rematan para ser un goleador voraz. Es por eso que lo que para cualquier delantero es una anécdota, una gota de agua para él es un océano.



Desde que saliera del banquillo del Iberostar a empatar el partido ante el Mallorca, no hemos vuelto a cantar un gol del 20. Es cierto que desde entonces le hemos visto hacer un gran partido en el frigorífico del Luznikhi e incluso poniendole a Cristiano un balón que el luso cabeceó a la red ante Levante, revelación de la temporada. Pero eso para Gonzalo es poco. Nos tiene (mal) acostumbrados a ser un martillo pilón. Nunca ocupó las merecidas portadas que sistemáticamente se le negaron y cuando las ocupa es para ser tratado cómo moneda de cambio y cada vez es más normal verlo en el banquillo. Algo normal por otra parte, teniendo en cuenta el grandísimo rendimiento que está teniendo Benzema. Por eso, es necesario que se reencuentre con el gol otra vez. Tendrá ocasión de ello mañana, ante su afición que sigue manteniendo la fé en él.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.