El Juvenil A del Real Madrid estrenó la UEFA Youth League con un triunfo vibrante en el Alfredo Di Stéfano tras remontar al Olympique de Marsella en un partido cargado de emoción hasta el último suspiro. El conjunto blanco, que comenzó por detrás en dos ocasiones, tiró de carácter y eficacia en los minutos finales para firmar un 3-2 que desató la euforia en la grada.
El encuentro empezó con dominio madridista. Las ocasiones se sucedieron: Valdepeñas probó fortuna con un disparo que obligó a una estirada espectacular de Badoui, mientras que Carlos Díez y Adrián Pérez rozaron el gol. Pero el fútbol no siempre entiende de méritos, y en el 45’ un contragolpe fulgurante del Marsella acabó en los pies de Mmadi, que batió a Fran en el mano a mano y silenció el estadio con el 0-1.
Tras el descanso, el ritmo decayó con interrupciones constantes, aunque el Real Madrid nunca perdió la fe. El premio llegó en el minuto 59, cuando un balón dividido dentro del área acabó en autogol de Calisto tras intentar despejar un remate de Barroso. Sin embargo, la alegría duró poco: el Marsella respondió con contundencia y, de nuevo, Mmadi adelantó a los franceses en el 73’ con su segundo tanto de la noche.
El choque entró entonces en una fase trepidante. El árbitro anuló en el 78’ un tanto de Barroso por fuera de juego, pero apenas dos minutos después, Roberto cazó un balón en la frontal y lo mandó a la red con un derechazo inapelable para firmar el 2-2. El Di Stéfano rugió y el Juvenil A olió la victoria.
La culminación llegó en el 88’. Una falta lanzada por Roberto obligó a Sellami a despejar con la mano dentro del área. El colegiado señaló el punto de penalti y Barroso, con frialdad y determinación, transformó el 3-2 definitivo para rubricar una remontada inolvidable.
Con carácter, insistencia y talento, el Juvenil A demostró que está preparado para soñar en Europa. La Youth League arranca con una declaración de intenciones: este equipo tiene hambre de gloria.
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