Un gato sin botas
Un gato sin botas
En una de sus ilustres ruedas de prensa, José Mourinho se refirió a Benzema como El Gato. "Si no tengo perro tendré que ir a cazar con El Gato", esa dicha condenó al bueno de Karim para el resto de su carrera. El francés lleva el 9 a la espalda, el número de los goleadores instintivos, de los delanteros que disparan y luego preguntan, pero el delantero blanco no responde a esos estereotipos.
Más allá de su indudable talento para manejar los espacios, asociarse con sus compañeros y hacer mejores a los que le rodean, Benzema está muy lejos de ser ese delantero imprevisible y estético que fue algún día. Lastrado por su escasa aportación goleadora, 5 tantos en la competición doméstica, el francés parece estar poseído por los fantasmas del pasado. Ese pasado que recuerda al Benzema de los primeros años en Madrid, un jugador indolente, apático y sin ilusión por derrochar fútbol.
La paciencia y confianza de Zidane en su compatriota parece inagotable, sin embargo el sacrificio y la efectividad de Morata en sus minutos de juego, parecen pedir a gritos una oportunidad para el canterano blanco. El ex de la Juventus es un jugador al alza. Entregado a su escudo, aprovecha cada minuto sobre el verde como si fuera el último, entrega, pelea y amor propio son señas de identidad de La Fábrica. Si a todo ello le unimos que el español es un delantero curtido en el Calcio y con ganas de triunfar, parece que el cambió se dará más pronto que tarde.
La pelota esta en el tejado de Zidane, y nadie como el francés para bajarla con sutileza, ponerla sobre el terreno de juego y dar continuidad a la jugada de la mejor manera posible.
Más allá de su indudable talento para manejar los espacios, asociarse con sus compañeros y hacer mejores a los que le rodean, Benzema está muy lejos de ser ese delantero imprevisible y estético que fue algún día. Lastrado por su escasa aportación goleadora, 5 tantos en la competición doméstica, el francés parece estar poseído por los fantasmas del pasado. Ese pasado que recuerda al Benzema de los primeros años en Madrid, un jugador indolente, apático y sin ilusión por derrochar fútbol.
La paciencia y confianza de Zidane en su compatriota parece inagotable, sin embargo el sacrificio y la efectividad de Morata en sus minutos de juego, parecen pedir a gritos una oportunidad para el canterano blanco. El ex de la Juventus es un jugador al alza. Entregado a su escudo, aprovecha cada minuto sobre el verde como si fuera el último, entrega, pelea y amor propio son señas de identidad de La Fábrica. Si a todo ello le unimos que el español es un delantero curtido en el Calcio y con ganas de triunfar, parece que el cambió se dará más pronto que tarde.
La pelota esta en el tejado de Zidane, y nadie como el francés para bajarla con sutileza, ponerla sobre el terreno de juego y dar continuidad a la jugada de la mejor manera posible.
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